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viernes, 20 de febrero de 2009

BELLAMÍN SILVA CARRASCO

MONTEGRANDE

Llegaste a mi vida
con una inmensa herida.
Citacricé tus llagas.
Acaricié tu cabello.
Sacudí tu nombre
del polvo del olvido.
Hice en ti
mi mejor obra de amor.
Nos acariciamos
en el silencio de la noche.
No conocíamos
nuestros nombres,
bastaba solamente
que tú fueras mujer
y yo un hombre.
Para qué averiguar más
si para que haya amor
sólo basta con amarse.
La lujuria ya terminó.
Ya cesó el deseo.
Ahora solamente queda
una quietud crepuscular.

lunes, 16 de febrero de 2009

ANA LEYTON

IMÁGENES

Como un balín,
atravesándome el cerebro,
por todas las rendijas,
el odio ya no tiene escapatoria.

Mis manos entumecidas,
igual que la de todos,
esperando que venga lo imposible
...quien sabe desde donde...

Al borde la locura, esperándome,
con todas las puertas abiertas,
como un poema, que quedó
enredado entre las rejas
y quien sabe a quién iba dirigido...

En acción de ruptura,
rayando las murallas con tu nombre,
arrancándole a las calles,
algo más que las pisadas.

(Y como me dijo un día
un “poeta maldito”,
“quedarme mirando un tren que ya se fue”
desde abajo,
en el andén de todos los que quedaron abajo;
y es por eso que tus manos,
ya no vendrán a abrigarme las noches.

Mi carnet de identidad
sobre la almohada,
con indicadores y fechas
en mi memoria de luto.

Tiempo de viudas negras, dijo Susana,
de viudas pecadoras, digo yo,
cuando la veo partir tras de su suerte.

El paisaje magnético
de un pintor callejero,
y yo ahí, metida
en medio de sus árboles,
sin saber como arrancarme.

La ruleta rusa: “sin-cuenta”,
balines sin dirección...

Los malos espíritus rondándome
la pieza, las calles y mi mente.
Mientras Silvio me acompaña desde el tocacintas
recordándome que
“quedamos los que puedan sonreír en medio de la muerte en plena luz”
“en plena luz, en plena luz”

JUVENAL AYALA

MI ABUELO

Mi abuelo solía llevarme al muelle,
tejía sus redes en la arena del Colorado
y temía sus olas mi esplendor de niñez.

Andaba tras cangrejos en el óxido negro
de los pilotes, los botes varados, la arena
y mi abuelo reparando cabos y varillas.

Y eso es aquel hombre fuerte: mi infancia.
Cuando nacía junto a él, mi espíritu,
y el bote de mi vida apenas tocaba mar.

El velero de la suya varaba ya esperanzas,
y no alcanzaba a entender naufragios
y no sabía pensar sino sus bogadas.

Su sarta de congrios, cabrillas y hasta
una albacora, de aquellas que pescar solía
y traer a puerto, más que sus bancadas.

Yo no supe bien, cuando cambió rumbo
al océano interminable de negras aguadas,
sino cuando hundiéronse sus ojos,

Su ceviche, su andar altivo, su papaniagua,
y el amor de los días que al muelle llevarme
solía mi abuelo, ¡ah, cuándo la infancia!

jueves, 12 de febrero de 2009

IRIS FERNÁNDEZ ÁNGEL

DESTINO

El caballo clavó sus tristes ojos
en mis frías pupilas
mas nada me detuvo.
Alcé el cuchillo y segué su pezuña
como el segador, la espiga.
Fijé mi cruel mirada
en la profundidad de su pupila
mas nada me detuvo.
De un solo tajo, desgajé el casco
rosas rojas se fueron abriendo
hasta llegar al infinito.
El dolor, ardiendo, galopó
por las crines erizadas.
La tusa se elongó en cuatro amplias alas.
El caballo clavó sus ojos abatidos
en mis cuencas vacías de ilusión
y creció, creció, creció.
Siete lenguas inflamaron
mi esqueleto enardecido
y me hicieron flama eterna
condenada por los siglos
a abrevar los sueños del hombre
en el charco del crepúsculo.

lunes, 9 de febrero de 2009

GASTÓN HERRERA CORTÉS

NO ME BUSQUES

No me busques
las distancias no tienen olvido,
no tienen colores ni magnolias.
No me busques
reconquista tus silencios telúricos,
ancestrales, inclaudicables,
sal a recorrer otros espacios
poblados de muñequitas y abalorios,
de frases tiernas,
donde tenga lugar la censura,
la crítica permanente,
la sonrisa burlesca.
No me busques.
Partiré al interior de mí mismo,
me envolveré en papel aluminio,
de colores, de Pascua,
para regalarme en los suburbios,
en las fábricas,
junto a overoles sucios de trabajo limpio.
Volaré más allá de los telescopios
a distancias tan siderales
que las estrellas ignoran,
aún donde el ojo de Dios no llega.
No me busques
debo zurcir mi vida,
acondicionar la esperanza,
y si la suerte me acompaña,
sacar de la ígnea fragua
una sonrisa sabor a lejanía.

FERNANDO MARTTELL

AMANDA

Amanda
ya no corre feliz
ni lleva su sonrisa
ancha
bajo la lluvia

El día de la traición
sacaron a Manuel de la fábrica
y lo asesinaron
con Víctor Jara.

martes, 3 de febrero de 2009

CARLOS AMADOR MARCHANT

DESESPERADO DEL SIGLO ACTUAL

Tengo media hora
para llegar al centro comercial
que queda a veinte cuadras de distancia.
Para renovar carnet de identidad,
para sacar salvoconducto,
para darle el pésame a una viuda prematura,
para visitar a un enfermo en el hospital,
para arreglar una silla quebrada,
para coser mis pantalones andrajosos.
Tengo media hora exacta,
y mis piernas heridas,
y sin ni un céntimo en los bolsillos.

lunes, 2 de febrero de 2009

JUAN GARCÍA RO

NAUFRAGIO

Me gustaría vivir en el mar.
Nevegar sobre una gaviota,
mecerme sobre las olas del viento.
Mi rosa de los vientos dirigir
con rumbo a la Cruz del Sur;
y luego, después de tanto vagar,
naufragar en el océano de tus ojos.

PEDRO MARAMBIO VÁSQUEZ

CAOS

Y cuando esperaba
nada de la vida,
apareció la muerte
con hábitos nupciales,
a preñarme de vacíos,
de imágenes polvorosas,
de dolorosa ingravidez.