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viernes, 30 de enero de 2015

MARÍA MONVEL

                      Dónde Se Fué Mi Vida 


¿Dónde se fué mi vida?
¿Dónde se fué mi vida
cuando se fué mi estrella?
¿Si huyó de mí, quién sabe,
o es que no puedo verla?
¿Es que me cogió el alma
una brutal ceguera?
¿Se ha anulado mi tacto
que palpa sin que se sienta?
¿Mientras estás conmigo
me destroza tu ausencia?
¿Me llamas y me besas
sin que escuche ni sienta?
¿Me oprimes en tus brazos
mientras te sueño muerta?
¿Tú, huirte? ¿Tú dejarme
en soledad inmensa?
¿O es la locura acaso
quién puebla mi conciencia?
¿Es verdad que te llamo
sin alcanzar respuesta?
¿Pido, inútil, tu amparo
mientras alguien me acecha?
¿Grito y tú no respondes?
¿lloro y tú no me besas?
No, tú me abandonas…
¡Yo me he tornado ciega!
Tú no me abandonaste:
fui yo como antes fuera…
Me llamas y no escucha
mi corazón de piedra.
La luz ya no me sirve
para verte con ella.
Mis manos ya no logran
palpar carne tierna.
Ni mis labios alcanzan
el beso que me entregas.
Perdí yo los sentidos
con que te adoré ciega,
y mi alma mutilada
que al no vivir no vuela,
me ha dejado una vida
que no alcanza a tu estrella …
¡No penetra tu grito
tras la muralla eterna!
Si lograra tu cielo,
o bien tu noche negra …
No quiero aire, si no es
ese tu aire de seda.
Quiero cortarte rosas:
las que en tus prados crezcan.
Quiero la noche obscura
en donde tu alma duerma
Quiero tus mares hondos
o bien tu obscura piedra.
Quiero un hueco en la almohada
donde está tu cabeza.
¡Quiero ese cielo azul
donde acaso te encuentras!…
¡Reza dulce rosarios
con tus manos de seda!.
¡Dale a Dios tu sonrisa
para que a ti me vuelva,
y a tu hermana la Virgen,
acércate, hechicera !…
¡Qué me dé lo que tienes,
que me dé lo que tengas:
la vida en donde yazgas,
la muerte, si estás muerta!.