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lunes, 9 de noviembre de 2015

GASTÓN HERRERA CORTÉS

ENCUENTROS

En medio de la noche oscura,
con los ojos prestados de una vaca muerta,
inicio la siembra del vino
para cultivar tus oquedades.
Diosa maldita de los dioses,
quimera de los tiempos,
foso profundo de suciedades
estéril caos de emociones
último recuerdo de la guerra
ritmo sincopado en tinieblas,
ven y aúlla en mis oídos tu
coloquial chillido de espanto.
Te tomaré como a una tigresa sin aliento,
clavaré en tu cuello
un puñal dorado con gemas verdes
y tal vez,
quizás,
te regale un alacrán en mis besos.
Cuando despierte el alba
después de todos los caminos recorridos,
desafiando los cielos,
las buenas intenciones,
arrastrarás tu cuerpo de diosa acabada
hasta las raíces de un sicómoro
y dejando una estela de baba rociada 
en el suelo,
te perderás para siempre
hasta nuestro próximo encuentro.