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jueves, 8 de agosto de 2013

LUIS ARAYA NOVOA

EL VIENTO

Escucha, madre:
soy el que aúlla afuera
y golpea nervioso
tu ventana y tu puerta.
No soy el perro
que llora a mediodía
ni el coipo loco
en busca de gallinas.
Soy sólo el viento,
el cordero curioso,
y quiero recibir
de ti caricias.
Quiero entrar a soplar
en tus cabellos,
y en tu talle de mimbre
dejar mi vida.
Escucha, madre:
mi carrera ligera,
pero no tengas miedo
de mi embestida.
Mi fuerza no es enorme,
si me dominas
con paciencia y amor,
con tu pericia.
Pero si tienes miedo,
me hago invisible,
aunque yo quiero ser
tu dulce niño.
Quiero darte mi mano,
llevarte lejos;
que llevo adentro.
Escucha, madre:
soy el que aúlla,
pero tengo muy finos
los sentimientos.